Una encuesta realizada por Cushman & Wakefield a las 50 mayores empresas hoteleras de España y Portugal augura un futuro negro para el sector. En concreto, los resultados del informe de la consultora reflejan que estas compañías no recuperarán los niveles de facturación, empleo y de inversión anteriores a la pandemia hasta 2023, según recoge Cinco Días.
De todos modos, C&W aclara que esta recuperación tendrá dos velocidades. En este sentido, los complejos localizados en la costa, en Baleares y en Canarias podrían recuperarse en 2022, un año antes que los hoteles urbanos. La vacunación de la población y un mayor tráfico aéreo favorecerían a la aceleración de estos activos costeros. El optimismo de los propietarios se refleja en sus respuestas: cerca del 46% afirman que será 2022 el año en el que recuperen su estado precovid, mientras que un 35% cree que lo hará a lo largo de 2023.
Porcentajes similares a los registrados en Baleares y Canarias, aunque en este caso hay incluso un 9% de empresas que ve probable volver a ingresos y ocupaciones anteriores al coronavirus en 2021.
En el caso de los urbanos, la mitad de los propietarios explican que no esperan recuperar su volumen de negocio hasta 2023. En ubicaciones cono en Madrid, los encuestados retrasan esta situación hasta 2024 porque no creen que los viajes de negocios se reactiven hasta esa fecha.
“Las ciudades que dependen del turismo de negocio y del viajero extranjero tardarán más, pero en el momento en el que se recuperen, lo harán mucho más rápido. Las ganas de viajar no han desaparecido”, recalca Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España a Cinco Días.
A pesar de estos datos, casi un 50% de las grandes compañías afirman que continúan con sus planes estratégicos. De hecho, un 27% aseveran que todos sus proyectos siguen en pie. Además, el 29% está abierto a realizar nuevas inversiones en el mercado de la Península Ibérica y sólo el 20% descarta realizar cualquier tipo de operación.